Te has decidido a comprar calçots, y ahora se plantea una duda: ¿cómo los voy a conservar hasta el día de la calçotada?
Para empezar, no te preocupes. El calçot es un producto muy agradecido en este sentido. Es muy resistente. Para conservar calçots hasta la calçotada sólo hay que seguir los pasos que te indicaré a continuación. Si conservas los calçots adecuadamente te pueden aguantar de una a dos semanas. ¡Incluso más!
Aquí tienes unas indicaciones de qué prácticas son las correctas, y de lo que no se debe hacer. Empezamos por las buenas prácticas.
He hecho algunas fotos con lo que considero las mejores prácticas para conservar calçots en casa.
Óptimo:
Rompe el hilo que los ata, y déjalos de pie en una cajita de plástico en un lugar fresco y seco (por ejemplo, un garaje). Cualquier variante en este sentido nos vale: terraza, despensa, etc. Si no tenemos cajita de plástico pero sí algo que permita hacer esa función, perfecto también.
Muy bien:
Si no tienes la posibilidad de dejarlos sueltos, déjalos atados y de pie en un lugar fresco y seco.
Muy bien también:
Si los puedes dejar en una nevera, también va a ir muy bien. El problema es que los calçots abultan mucho, y no se suele tener tanto espacio libre en una nevera.
Esto en cuanto a cómo conservarlos. También puedes estar planteando la posibilidad de congelarlos o de envasarlos al vacío. Aquí también te puedo dar algunos consejos:
Los calçots se pueden congelar tanto crudos como asados.
Congelar calçots crudos:
Si quieres hacer una calçotada de verano, puedes congelar los calçots crudos. Esto sólo va a presentar un pequeño problema: cuando los vayas a descongelar quedarán blandos. De hecho, esto es así con cualquier verdura congelada en crudo. En cuanto al sabor, es posible que notes alguna diferencia. No es nada importante, pero se nota. Como contrapartida te puedo asegurar que es mayor el gustazo de hacer una calçotada en verano, que el notar que han sido congelados.
Problema: los calçots se hacen con fuego, y hacer un buen fuego en verano para asarlos puede resultar bastante duro.
Congelar calçots asados:
Los calçots, una vez asados, también se pueden congelar. De esta manera prácticamente no presentan ningún problema. Al descongelarlos hay que volverlos a calentar y esto se puede hacer al horno, al microondas o con una buena brasa. Esta última opción es la mejor. Eso sí: os recomendamos "calentar y presentar" para evitar que pierdan agua.
Los calçots crudos no se pueden envasar al vacío. La cebolla cruda va fermentando y expulsa oxígeno. En un par de días la bolsa que habrás usado para envasarlos estará hinchada como un globo. Mira mi experimento. Te va a pasar... es inevitable.
Ya ves que no tiene sentido.
Sin embargo, los calçots asados sí que se pueden envasar al vacío. Además, sólo presenta un pequeño problema, y no es nada grave: cuando los calientes (horno, micro-ondas o brasa) estarán algo más blandos, pero el sabor se mantiene. Es una opción a tener en cuenta. Ya sabes: una calçotada en casa con los calçots que te sobraron de la última calçotada, ¡es buena idea!
Pero sobretodo, no nos engañemos: no hay nada como hacer una calçotada tradicional con calçots frescos. ¡Nada!
La salsa de los calçots se puede congelar, pero presenta un pequeño problema
Cuando descongeles la salsa verás que el aceite se separa un poco de la salsa, pero eso tiene una solución bien fácil: volver a pasar la salsa por la batidora, y listos. La textura será diferente a la original, pero la salsa estará igual de buena.
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