La IGP Calçot de Valls es una Indicación Geográfica Protegida, un distintivo de calidad reconocido por la Unión Europea, que concede a ciertos productos el Departament d'Agricultura, Ramaderia i Pesca de la Generalitat de Catalunya.
Los productos amparados por una IGP se diferencian de los demás por su método de producción y elaboración de las materias primas que proceden de una zona geográfica concreta. Así, el consumidor puede disfrutar de productos cultivados en el campo con unas condiciones de clima y suelo que, junto con el esfuerzo que diariamente realizan los agricultores, les dan unas características organolépticas de una calidad excepcional.
La presentación de los calçots de la IGP Calçot de Valls se diferencia de los demás porque llevan una etiqueta con la marca Calçot de Valls, numerada y porque los fajos están atados con un hilo de color azul. Así, los calçots amparados por esta denominación de origen pueden ser identificados rápidamente como auténticos Calçots de Valls.
En el momento de ser vendidos, los calçots deberán cumplir las características mínimas siguientes: deberán ser enteros, sanos, no deberán tener humedades exteriores anormales, olores ni sabores extraños, deberán estar limpios pero nunca lavados. El Calçot de Valls deberá tener una parte blanca de 15 a 25 cm de largo y un diámetro entre 1'7 y 2'5 centímetros medido a 5 centímetros de la raíz. Además, deberán presentar las cualidades organolépticas indicadas por la IGP. Como ya se ha mencionado, el acondicionamiento de los calçots se realizará en fajos de 25 o 50 unidades, etiquetados y atados con la cinta característica del Calçot de Valls, de color azul.
El área de producción de la IGP Calçot de Valls está constituida por las comarcas del Alt Camp, Baix Camp, Tarragonès y Baix Penedès, que el Consejo Regulador considera aptas para la producción de Calçots.
Es vital que exista un organismo regulador de la calidad de un determinado producto. En el caso de los calçots son varios los factores que influyen. La IGP Calçot de Valls regula desde qué cebolla se debe usar, cómo se debe realizar el cultivo, hasta cómo se deben presentar, etc. Además, cada manojo de la IGP Calçot de Valls tiene que estar identificado con una etiqueta. Esta etiqueta tiene un número que identifica el productor de ese manojo de calçots, lo que garantiza, además, que pueda hacerse un seguimiento de cada calçot.
Aparte de lo ya mencionado, la IGP Calçot de Valls también realiza una importantísima labor de investigación, mejorando la variedad de cebolla "Blanca Tardana de Lleida". La Fundació Miquel Agustí, y más concretamente el Dr. Joan Simó, a instancias de la IGP Calçot de Valls ha obtenido dos nuevas variedades de cebolla llamadas Montferri y Roquerola. La Montferri es una cebolla más productiva a principios de la temporada de calçots, y la Roquerola es más productiva a finales de la temporada. Esta labor, sin duda muy necesaria, sólo la podía realizar la IGP Calçot de Valls.