Después de leer esta receta serás capaz de hacer "la mejor salsa de calçots del mundo"... garantizado!!!
Dejaremos 1 ñora, o un pimiento choricero, en agua durante toda la noche anterior a la elaboración, para que se ablande. El aspecto final de la ñora es el que se aprecia en la foto. Si hacemos la salsa con el pimiento choricero pasaría exactamente igual.
Para empezar, vamos a ir escalibando los tomates y el ajo. Esta será la base de la salsa para calçots. Para ello, cortaremos el rabo del tomate, y en el culo le haremos dos cortes en cruz, tal y como se ve en la foto. Esto facilitará que se vayan escalibando. Dejar los tomates y el ajo en el horno durante unos 30-40 minutos.
Ahora vamos a separar la pulpa de la ñora. Lo vamos a hacer con una cucharita pequeña. Iremos dejando la pulpa en el mortero. Procura poner ñora, porque es dulce y le da un toque muy especial a la salsa de calçots. El pimiento chorizero es amargo, y podrías llevarte alguna sorpresa.
Seguidamente vamos a añadir el pan frito (o pan duro) y las almendras en el mortero (nosotros hemos hecho esta receta con avellanas, pero se debería hacer con almendras).
Todo esto lo vamos a picar durante un buen rato, hasta que quede bien trituradito.
En cuanto estén listos los tomates y los ajos, les vamos a quitar la piel y todo lo que esté quemado, y lo vamos a meter en el mortero. Añadimos "al menos" un par o tres de dientes de ajo, y también medio vaso de aceite. Si quieres puedes añadir un poquito de perejil.
Ahora lo vamos a triturar todo bien, pasándolo por la minipimer, hasta que quede la salsa con la textura ideal. Para controlar la textura, ir añadiendo aceite. Piensa que el calçot se tiene que untar bien con la salsa. Para controlar ese puntito de picante, añadir medio diente de ajo, o también podemos añadir un poco de guindilla (que no es tan indigesto como el ajo). Así seguro que no fallas.
Y ya está... con esto seguro que consigues hacer la auténtica salsa de calçots.